A menudo me encuentro con alumnos que se enfrentan a sus primeros encargos de diseño sin saber por dónde empezar, qué pasos seguir ni cómo afrontar esta nueva etapa. Por ello, en mis charlas y talleres, siempre comienzo hablando de la importancia del briefing.
¿Qué es un brief o briefing y por qué debemos empezar siempre haciendo uno?
Comencemos por el principio. Un briefing es un documento escrito, sencillo y conciso, cuya función principal es recopilar toda la información necesaria sobre el encargo.
Es fundamental que, antes de empezar a diseñar, tengamos muy claro qué debemos hacer y analicemos si necesitamos más datos, materiales, respuestas a preguntas específicas, etc.
A menudo se omite este paso, ya sea por las prisas del cliente o por nuestras ganas de comenzar a trabajar. Sin embargo, es esencial realizarlo para ser más asertivos en las soluciones gráficas que propongamos. Contar con un buen briefing es clave para no perder tiempo creando diseños que no se ajusten a los requerimientos del cliente.
En muchas ocasiones comenzamos a diseñar y, por ejemplo, nos damos cuenta de que el enfoque no era el adecuado, ya que no disponíamos de toda la información necesaria. Esto nos obliga a empezar de nuevo, lo que implica una pérdida de tiempo valioso, retrasos en el proyecto y una posible insatisfacción por parte del cliente.
Es importante destacar que no todos los briefings son iguales ni contienen el mismo tipo de información. Este debe adaptarse según el encargo, lo que significa que puede variar en extensión y nivel de detalle. Habrá briefings más extensos cuando el proyecto sea complejo o requiera un análisis profundo, y otros más breves cuando el encargo sea más simple o específico.
Evidentemente, no es lo mismo diseñar un flyer que rediseñar una identidad de marca. En el primer caso, el briefing será más corto y directo; en el segundo, se requerirá un análisis mucho más exhaustivo.
Además, ten en cuenta que un briefing puede ir actualizándose a lo largo del proyecto. Aunque al inicio se recopile toda la información esencial, a medida que el proceso avanza y surgen nuevos detalles o cambios, este se complementa para mantener el diseño alineado con las expectativas del cliente y los objetivos del proyecto.
¿Quien es tu cliente? Describe brevemente de qué trata el proyecto. Incluye información relevante como el nombre de la empresa, el sector, sus orígenes...
¿Qué se espera lograr con el diseño? Describe cuál o cuáles son los objetivos principales.
Ejemplo: aumentar el reconocimiento de marca, mejorar la comunicación visual o atraer nuevos clientes...
Describe el perfil del usuario o cliente ideal.
Considera factores como rango de edad, género, ubicación, intereses y comportamientos.
Investiga y describe cómo se están presentando visualmente los competidores directos e indirectos. Analiza sus fortalezas y debilidades en términos de diseño y encuentra oportunidades para diferenciarse.
Detalla los aspectos visuales más importantes como la paleta de colores, las tipografías, el estilo ... También es útil indicar ejemplos de diseños que se ajusten a la idea, o por lo contrario, que se deban evitar.
:#6. Referencias e inspiración
Adjunta referencias visuales o enlaces a diseños similares que puedan servir de guía o inspiración para el proyecto.
#7. Formatos
Especifica los formatos en los que se necesita entregar los originales o AAFF del diseño (JPEG, PNG, PDF, SVG, etc.), así como los tamaños y versiones (para web, impresión, redes sociales, etc.).
Indica las fechas clave del proyecto, desde la entrega de bocetos hasta la versión final. Esto ayuda a gestionar tiempos y expectativas.
Cuanto más detallado sea el encargo y más clara sea la relación con el cliente, mejor podremos ajustar el presupuesto. Aunque al principio sea difícil definir una cifra exacta, contar con una idea de las expectativas y necesidades del cliente nos permitirá presentar una propuesta de presupuesto ajustada, optimizando recursos y asegurando que el alcance del proyecto esté alineado con lo que se desea invertir.
Incluye la información de contacto (teléfono, email, etc) de la persona o del equipo responsable del proyecto, para poder resolver dudas, recibir retroalimentación o gestionar cualquier imprevisto durante el proceso. Pregunta y apunta también, a quién recurrir en caso de que el responsable no esté disponible, para no detener el avance del trabajo y asegurar una comunicación fluida en todo momento.
Sigue estos pasos y comienza a crear briefings efectivos. Organizar la comunicación con tu cliente te permitirá desarrollar diseños más asertivos.
Aquí te dejo una plantilla descargable de ejemplo que puedes utilizar de ounto de partida. Adáptala según las necesidades de tu proyecto. Recuerda que debes elaborar este documento antes de la fase de diseño, y que tu briefing no se "acaba" una vez creado, sino que se va alimentando y, a menudo, modificando conforme el proyecto avanza. Esto ayuda a mantener una comunicación clara y a evitar malentendidos o cambios drásticos de última hora.
¿Crees que hay algún otro aspecto importante que deberías incluir? ¿Qué otra información consideras relevante para tener todo lo necesario antes de empezar?
Si lo deseas puedes escribirme y dejame un comentario.
Hasta la próxima.